Naturaleza, entorno y crianza (2)

L. Eisemberg es profesor de medicina social y psiquiatra y desde su profesión se traza el objetivo de encontrar la relación y la forma de interactuación de la naturaleza biológica del ser humano y su posición dentro de una sociedad: “Mi objetivo en esta discusión es señalar las formas en que "naturaleza, entorno y crianza", interactúan para dar origen a un ser humano único.”(Einsemberg, 1999). Menciona que hay una interrelación natural entre el componente biológico y el social y que uno a otro se complementan “Pero la heredabilidad no es un valor absoluto e invariable” (Einsemberg, 1999) “Si las circunstancias externas cambian, también lo hará la expresión de la herencia” (Eisemberg, 1999).

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“La expresión genética depende del entorno en el que el desarrollo ocurre. Los efectos del entorno dependen de la constitución del organismo sobre el que actúan”(Eisemberg, 1999). Si las diferencias ontogenéticas no son grandes entre varios individuos la diferencia en la crianza se hace mas importante. “En la competición entre "naturaleza y crianza", cuando las diferencias en cada caso no exceden de aquellas que distinguen a individuos de la misma raza que habitan en un mismo país bajo circunstancias excepcionales, la "crianza" prueba tener más fuerza”. (Eisemberg, 1999).

Es interesante que en este artículo se mencionan varios estudios de prominentes especialistas en los que se comprueba que los aspectos genéticos y los de la crianza se complementan. “La naturaleza y la crianza actúan en reciprocidad y no en oposición. Los descendientes heredan, junto con los genes, a los padres, a los amigos y a los lugares en los que habitan”. (Einsemberg, 1999). De esta manera puede explicarse por ejemplo como fenómenos como la corrupción pueden ser heredados y fortalecidos por generaciones por ejemplo en México, “ciertas características de la estructura del barrio (la concentración de pobreza, el grado de marginación, la formación de guetos y la inestabilidad residencial) influyen significativamente en la aparición del comportamiento antisocial en adolescentes.”(Eisemberg, 1999).También dentro de esta misma idea podemos encontrar la solución a algunos problemas sociales, como un grupo de individuos de cierta comunidad pueden ejercer mecanismos de control para solucionar problemas de tipo social “El 'control social informal' se refiere a la probabilidad de que los adultos de una comunidad deteminada supervisen los grupos espontáneos de juego de los niños, intervengan para prevenir la delincuencia y el vagabundeo de los adolescentes, y confronten a las personas que provocan alteraciones y daños al espacio público.” (Einsemberg, 1999)

Es tan importante el factor de la crianza que aún en el ambiente uterino el ser que está a punto de nacer recibe los impulsos eléctricos y bioquímicos de una madre inserta en un círculo social. "Se ha comprobado que un estrés relativo durante el embarazo repercute en el peso al nacer y en la maduración del feto en monos" (Eisemberg, 1999). El aprendizaje auditivo humano comienza antes del nacimiento. "El bebé en el útero oye la voz de su madre repetidamente; tras el nacimiento, es capaz de reconocer su voz entre otras voces de mujer" (Eisemberg, 1999). El bebé ha aprendido más que el reconocimiento de la voz; ha comenzado a aprender el simbolismo de la lengua de sus padres.

El artículo también habla de la imporatancia del desarrollo afectivo, menciona experimentos con niños a los que se ignora o a los que se pone atención haciendo comparaciones en el desarrollo cognitivo: "La dependencia de los niños de sus padres para sobrevivir crea el contexto social por el cual nos convertimos en humanos.El bebé realiza una invitación al baile -sonrisas, gorgoteos, cabeceos- esperando la respuesta de su madre. Cuando esto no sucede, éste parece desconcertado. Lo vuelve a hacer con mayor insistencia para llamar la atención. El bebé finalmente claudica, se afloja, pierde su control postural y muestra una imagen de despecho.Los datos de agregación familiar en la depresión hablan definitivamente a favor de una transmisión genética de susceptibilidad. Al mismo tiempo, la evidencia de la importancia de los acontecimientos vitales en el desencadenamiento de episodios depresivos no es menos convincente" (Eisemberg, 1999).

Fuente Consultada

Eisenberg L. (1999). Naturaleza, entorno y crianza. Psiquiatría Pública. 11(5-6), 139-146. Recuperado en mayo de 2009

http://www.dinarte.es/salud-mental/pdf1156/1156revi.pdf