La valoración de las funciones cognoscitivas en la Zona de Desarrollo Próximo (7)

Vigotsky establece una ley genética del desarrollo cultural la cual señala que para que se de un desarrollo cultural en el niño son necesarias dos etapas, una social y una psicológica; primero en su entorno y posteriormente en su interior. Esto se refiere igualmente a la atención voluntaria, la memoria lógica, la formación de conceptos y el desarrollo de la voluntad… Genéticamente las relaciones sociales, relaciones reales entre la gente, subyacen a todas las funciones (mentales) superiores y a la relación entre ellas… (Vigotsky, 1931-1937: 106).
El ser humano, al estar en contacto con su entorno y llevar a cabo relaciones entre la gente, utiliza las herramientas necesarias y los signos culturales como el lenguaje para internalizar el aprendizaje y procesarlo para obtener un nivel psicológico superior.
En consecuencia, Vigotsky establece que el aprendizaje antecede al desarrollo cognoscitivo y que la buena enseñanza es aquella que se orienta a promover ese desarrollo de la cognisción. Para Vigotsky, la función de la educación es aquella que orienta a la creación de zonas de desarrollo próximo (Rodríguez A. 2001).
El proceso de internalización no es una reproducción exacta del mundo externo, sino que conlleva a una reconstrucción del proceso psicológico a base de operaciones con signos, los cuales son productos de la historia cultural. La interacción social y el lenguaje contribuyen al proceso de internalización.
Las herramientas y los signos no tienen valor intrínseco, su valor está dado por el uso que se le da para realizar determinadas acciones: “ni la mano desarmada ni el intelecto abandonado a sí mismo son de mucho valor: las cosas se llevan a cabo con medios e instrumentos” (Vigotsky y Luria, 1931; citados en Blanck, 1990).
Los instrumentos mediadores (herramientas y signos) no sólo facilitan la vida humana, sino que la transforman. La utilización de signos para la comunicación verbal y escrita, alteran las formas de cómo nos relacionamos. En la medida en que nos comunicamos y actuamos por medio de herramientas y signos que nos da la cultura, refleja el uso que les damos a esos instrumentos.
No todas las herramientas están dadas por el intelecto del sujeto, sino que en ocasiones también dependen del nivel socioeconómico o del entorno. Por ejemplo, la lectoescritura es una herramienta que altera nuestras formas de entender el mundo y enfrentarlo, sin embargo para tener acceso a este mediador es necesario un nivel socioeconómico.